Jacques-Germain Soufflot, arquitecto, emprendió expediciones para conocer obras antiguas en sus lugares de origen, con el deseo de recuperar las huellas del pasado. La que logró la publicación de las Observations sur les antiquités de la ville d’Herculaneum, en 1754, dio una referencia imprescindible para la formación de los artistas neoclásicos franceses. La Sociedad de Amateurs en Inglaterra realizó campañas arqueológicas para conocer las ruinas griegas y romanas. De dichas expediciones, las Antigüedades de Herculano (libro) sirvió como una gran fuente de inspiración para los artistas de esta época.
Roma también jugó un papel importante como ciudad, para viajeros y artistas de toda Europa y América. Allí se visitaban las ruinas, hubo intercambio de ideas y cada uno adquiría un bagaje cultural, el cual lo llevaría de regreso a su ciudad de origen. La Academia de la Arcadia de Roma surgió en 1690 e impulsó la estética neoclásica a través de sus sucursales por toda Italia y el equilibrio de los modelos clásicos, la claridad y la sencillez.
Los viajeros, críticos, artistas y eruditos tuvieron como centro de peregrinaje a la villa romana, donde acudían para ilustrarse en su arquitectura clásica. El prusiano Joachim Winckelmann, fue uno de ellos y son su obra Historia del Arte en la Antigüedad, sistematizó los conocimientos artísticos desde la antigüedad a los romanos.
Giovanni Battista Piranesi, quien también trabajó en Roma, transmite una visión diferente de las ruinas con imágenes que buscan impresionar al espectador mediante proporciones desusadas y contrastes de luces y sombras.
El simbolismo es lo más importante en el trabajo, la figura del centro es la verdad rodeada por una luz brillante. Las dos figuras que están a la derecha, son la razón y la filosofía, que rasgan el velo que cubre verdad.
El deseo de los filósofos de la época de Razón, eran representados a través de la Ilustración y racionalizaba todos los aspectos de la vida y del saber humano. Este, sustituyó a la religión por una ética laica que ordenaría desde entonces las relaciones humanas y llevaría a un concepto deísta de la verdad.
Roma también jugó un papel importante como ciudad, para viajeros y artistas de toda Europa y América. Allí se visitaban las ruinas, hubo intercambio de ideas y cada uno adquiría un bagaje cultural, el cual lo llevaría de regreso a su ciudad de origen. La Academia de la Arcadia de Roma surgió en 1690 e impulsó la estética neoclásica a través de sus sucursales por toda Italia y el equilibrio de los modelos clásicos, la claridad y la sencillez.
Los viajeros, críticos, artistas y eruditos tuvieron como centro de peregrinaje a la villa romana, donde acudían para ilustrarse en su arquitectura clásica. El prusiano Joachim Winckelmann, fue uno de ellos y son su obra Historia del Arte en la Antigüedad, sistematizó los conocimientos artísticos desde la antigüedad a los romanos.
Giovanni Battista Piranesi, quien también trabajó en Roma, transmite una visión diferente de las ruinas con imágenes que buscan impresionar al espectador mediante proporciones desusadas y contrastes de luces y sombras.
El simbolismo es lo más importante en el trabajo, la figura del centro es la verdad rodeada por una luz brillante. Las dos figuras que están a la derecha, son la razón y la filosofía, que rasgan el velo que cubre verdad.
El deseo de los filósofos de la época de Razón, eran representados a través de la Ilustración y racionalizaba todos los aspectos de la vida y del saber humano. Este, sustituyó a la religión por una ética laica que ordenaría desde entonces las relaciones humanas y llevaría a un concepto deísta de la verdad.
"La Fuente" obra de Ingres
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